"Restiamo umani (Sigamos siendo humanos)". Así Vittorio Utopía Arrigoni, 36 anos, firmaba sus cuentos desde la Franja de Gaza, donde vivía establemente desde el 2008. Durante la operación Plomo Fundido (Diciembre 2008) perpetrada por el ejército de Israel contra la población local, Vittorio era el único periodista que contaba a nosotros la barbaridad de aquellos días. Vittorio colaboraba con el diario comunista "Il Manifesto", sus reportajes fueron colectados en el libro "Restiamo umani" era un pacifista para los derechos humanos del ISM (International Solidarity Movement), tenía un blog (http://guerrillaradio.iobloggo.com/) fundamental punto de referencia de una información libre sobre el asedio que Gaza vive cotidianamente. Hasta ahora sabemos que Vittorio ha muerto, raptado y ejecutado por un grupo salafita, culpable de difundir "vicios occidentales". La última imagen que nos queda de Vittorio esta en el gran contenidor de Youtube. Vittorio tiene un vendaje sobre sus incansables ojos miradores del mundo y la cara sangrante, en el mentre la mano de un raptor lo tiene tomado de los pelos. El líder de Hamas Ismail Haniyeh dice que: "Vittorio es nuestro mártir". En Italia hay decenas de manifestaciones para no olvidar su nombre y su trabajo. Su mama es orgullosa de el. Hoy, la formula con la cual Vittorio cerraba sus cuentos, parece vacía de retorica. Solo la muerte puede dar un sentido a la vida.
«Fútbol y Patria». «Peronistas, Populistas y Plebeyos». «Historia mínima del fútbol en América Latina». Questi sono solo tre titoli di una ricca produzione saggistica fatta di cronache politico-culturali e indagini sociologiche e letterarie. Chi vuole sapere di calcio e cultura popolare sudamericana deve passare per gli scritti di Pablo Alabarces e capirà qualcosa di cantanti mitologici come Palito Ortega, rock, tifoserie, sistema mediatico, violenza da stadio. Sociologo, argentino classe 1961, Alabarces è titolare di cattedra presso la UBA, l’Università di Buenos Aires. Lo incontriamo a Roma, zona Stazione Termini. Pablo è da poco rientrato nella capitale al termine di un bel soggiorno in una Napoli ebbra di festa per lo scudetto e dopo aver visitato Viggianello, borgo della Basilicata ai piedi del Pollino. «È la quinta volta che sono in Italia. Non ero mai stato nel paese dove nel 1882 nacque Antonio Carmelo Oliveto, mio nonno materno», ci racconta mentre ci incamminiamo verso Piazza
Commenti
Posta un commento